Arráncala, pero de raiz. Una súper producción, pero a la mexicana.

Que si es la película mexicana más cara de la historia, que si representó un largo periplo en la carrera de Roberto Sneider como cineasta, que si se terminó de editar justo a tiempo. Muchas cosas han dicho los medios sobre Arráncame la vida, pero solamente una es importante: la película funciona.
La hábil y mesurada dirección de Sneider, el impresionante trabajo de recreación de dos décadas (1930 y 1940) por parte del equipo de arte, la lujosa fotografía, el carismático reparto... todo parece obrar a favor de este melodrama de época mexicano que se comporta precisamente como eso: como un melodrama. Sneider no trata de pasarse de listo como suele pasar con otros realizadores nacionales: ni se mete en las telarañas del aleccionamiento político, ni trata de dotar a la cinta de una falsa corrosión. Su película es un divertimento sobre la condición femenina en una época de testosterona y política (cualquier parecido con la realidad actual es mera coincidencia).
Si alguien todavía dudaba que en México podía realizarse una película comercial con todas la de la ley, con los valores de producción de un 'blockbuster' internacional y masivo, la prueba está aquí. Pasa poco, pero sí pasa.
Ahora el público (el que no tiene poses, el que paga su boleto para entretenerse y comer palomitas) finalmente volverá a ver cómo el dinero pagado por su boleto cobra valor minuto a minuto en una película mexicana y sobre México muy bien hechecita. •••••

Arráncame la vida De Roberto Sneider. Con Ana Claudia Talancón, Daniel Giménez Cacho y José María de Tavira. México. 2008.
Foto: FOX