A diferencia de otras bandas escandalosas, sobreexpuestas por la prensa 'mainstream' o regaloneadas por el hype lisonjero, The Flaming Lips se han ganado su estatus totémico gracias al más esencial de los aspectos: la música. Porque una banda de rock sin música no es más que un remedo fashonista de los escenarios, una imagen sin contenido, un 'superstar' artificial, una guitarra eléctrica desenchufada, muda.
Para redondear el concepto (y su grandeza), en el caso de los Lips, por supuesto, no sólo priva la música sino un concepto integral donde lo visual se presenta como el complemento perfecto para ofrecernos el big-bang definitivo del rock alternativo, del post-todo y el pre-nada. Colores, figuras pueriles, consignas trascendentes, poesía de estantería digital, principios básicos y visión de vanguardia. Coincidencias y divergencias que han hecho de The Flaming Lips una de las bandas más ricas en directo, los grandes maestros en el arte de desorbitar los ojos, descorchar los oidos y destornillar las quijadas de los espectadores.
Así de claro nos quedó a todos los asistentes al MotoRokr Fest 08, edición Guadalajara, donde los Flaming Lips hicieron gala de todas y cada una de sus virtudes en un espectáculo de globos, serpentinas, confetti, colores, botargas y canciones: una auténtica bacanal pop, donde temas como The Yeah Yeah Yeah Song, Do you realize? y el alegórico Yoshimi battles the pink robots se llevaron tanto el atardecer como el anochecer. El artista de oficio, el ser humano hipnótico. Tu voz me atraviesa de lado a lado.
Quien también entregó una actuación memorable fue Trent Reznor con su Nine Inch Nails.
Evidentemente, NIN se erigió como el cierre perfecto tras una maratón de más de 10 horas de música. Material nuevo, material experimental, himnos de la talla de Closer, Hurt y The hand that feeds integraron la parte musical con la que se apuntaló una de las producciones más cuidadas que haya visto este año en el terreno visual. Si los ojos tuvieran orgasmos, aquel hubiera sido uno de los mejores coitos de su vida. Palabra. Todos aquellos sensibles a las maravillas visuales deberían darse la oportunidad de apreciar el espectáculo de NIN, sus luces, sus trucos, su poderío gráfico. Y claro, la magnética personalidad de Trent, quien no pierde sus cualidades de seductor en penumbras.
Otros actos destacados fueron los ofrecidos por los australianos (hoy radicados en Inglaterra) Pendulum con su electro-rock para danzarines con amortiguadores; los Stone Temple Pilots que brillaron más por las aptitudes de Scott Weiland como 'entertainer' del alt-rock que por otra cosa; así como The Kooks y MGMT (en plan cumplidor y nada más).
Qué barbaridad de festival.
Para redondear el concepto (y su grandeza), en el caso de los Lips, por supuesto, no sólo priva la música sino un concepto integral donde lo visual se presenta como el complemento perfecto para ofrecernos el big-bang definitivo del rock alternativo, del post-todo y el pre-nada. Colores, figuras pueriles, consignas trascendentes, poesía de estantería digital, principios básicos y visión de vanguardia. Coincidencias y divergencias que han hecho de The Flaming Lips una de las bandas más ricas en directo, los grandes maestros en el arte de desorbitar los ojos, descorchar los oidos y destornillar las quijadas de los espectadores.
Así de claro nos quedó a todos los asistentes al MotoRokr Fest 08, edición Guadalajara, donde los Flaming Lips hicieron gala de todas y cada una de sus virtudes en un espectáculo de globos, serpentinas, confetti, colores, botargas y canciones: una auténtica bacanal pop, donde temas como The Yeah Yeah Yeah Song, Do you realize? y el alegórico Yoshimi battles the pink robots se llevaron tanto el atardecer como el anochecer. El artista de oficio, el ser humano hipnótico. Tu voz me atraviesa de lado a lado.
Quien también entregó una actuación memorable fue Trent Reznor con su Nine Inch Nails.
Evidentemente, NIN se erigió como el cierre perfecto tras una maratón de más de 10 horas de música. Material nuevo, material experimental, himnos de la talla de Closer, Hurt y The hand that feeds integraron la parte musical con la que se apuntaló una de las producciones más cuidadas que haya visto este año en el terreno visual. Si los ojos tuvieran orgasmos, aquel hubiera sido uno de los mejores coitos de su vida. Palabra. Todos aquellos sensibles a las maravillas visuales deberían darse la oportunidad de apreciar el espectáculo de NIN, sus luces, sus trucos, su poderío gráfico. Y claro, la magnética personalidad de Trent, quien no pierde sus cualidades de seductor en penumbras.
Otros actos destacados fueron los ofrecidos por los australianos (hoy radicados en Inglaterra) Pendulum con su electro-rock para danzarines con amortiguadores; los Stone Temple Pilots que brillaron más por las aptitudes de Scott Weiland como 'entertainer' del alt-rock que por otra cosa; así como The Kooks y MGMT (en plan cumplidor y nada más).
Qué barbaridad de festival.
Motorokr Fest. 19 de octubre de 2008. Explanada López Matéos. (Guadalajara, MX). 10,000 personas.
(Con NIN, The Flaming Lips, Stone Temple Pilots, MGMT, The Kooks, Paramore, Pendulum, el Cuarteto de Nos, LeBaron, Yokozuna, Mindless Self Indulgence, Los Búnkers)
Fotos: 1. The Flaming Lips: WARNER MUSIC / 2. Nine Inch Nails: THE NULL CORPORATION-R. SHERIDAN.