Enséñame los comandos y sus atajos. Cara a cara con Cut Copy.

Aún no lo sabíamos, pero esa noche íbamos a divertirnos a lo grande. Faltaban exáctamente doce horas para que Cut Copy saliera por primera vez al escenario del Teatro Estudio Cavaret a confrontarse con el público tapatío. Se les veía contentos, aunque esa parece una condición natural en el ánimo australiano. Lo cierto es que se veían muy dispuestos cuando se sentaron a charlar con la prensa. Esto fue lo que les preguntamos.

Primero que nada, bienvenidos a Guadalajara. En fechas recientes hemos escuchado bastante música pop interesante proveniente de Australia. Podemos mencionar bandas tan diversas como Architecture in Helsinki, Midnight Juggernauts, Wolfmother, The Vines… ¿Qué está pasando en la escena musical australiana?

DAN: Creo que las cosas han cambiado mucho en Australia en los últimos cuatro, cinco años, cuando empezamos a ofrecer nuestros primeros conciertos. La música dance se ha vuelto más popular de lo que era antes. Supongo que siempre fue un género nicho, pero ahora se ha vuelto muy 'mainstream'. Nosotros empezamos con The Presets, Midnight Juggernauts, ofreciendo conciertos muy pequeños, los cuales crearon más o menos una escena para el ‘dance’ alternativo. El movimiento ha crecido, pero aún hay una escena de rock y de otros géneros. Aún así, el ‘dance’ ha tomado la radio, se ha vuelto popular y dominante.

Es curioso porque se trata de un tipo de pop australiano muy distinto al que estamos acostumbrados. Hasta ahora, en México los nombres populares de Australia eran AC/DC, INXS, Savage Garden, Kylie Minogue… ¿Cómo fue que eso cambió?

DAN: Creo que el internet tiene mucho que ver en esto, pues te permite abarcar mayores audiencias. También creo que hay barreras que están cayendo. Por ejemplo, antes estaban muy marcados los diferentes tipos de público que iban a diferentes tipos de ‘shows’. Particularmente en Australia, la división estaba muy marcada: la gente que iba a los clubes, a los conciertos de rock, a las tocadas indie no era la misma […] Pero ahora la escena se está diversificando, el públicio está rompiendo esas barreras.

TIM: Creo que estamos llegando a una nueva generación de fans de la música que tienen la mente muy abierta, que igual van un día a un 'rave' y al siguiente a un concierto de rock.

Entonces, se han visto beneficiados por el “MySpace effect”…

DAN: Sí, en realidad sí. Eso nos ha permitido llegar con nuestra música a muchas partes. Eso, y el "boca en boca".

Ya han estado antes en México, pero esta es la primera vez que vienen en su propia gira, como las atracciones principales, los headliners absolutos. Esta es su oportunidad de presentarnos un ‘setlist’ completo, extendido. ¿Qué podemos esperar?

DAN: Creo que en esta ocasión vamos a tocar mucho más del nuevo disco ("In ghost colours"). Cuando estuvimos en el MxBeat fue más o menos como un “previo”, así que en esta ocasión vamos a tocar mucho más y enfocándonos en el álbum nuevo, aunque también algunas canciones viejas. Sin embargo, tenemos más ganas de tocar el material nuevo pues nos resulta más fresco.

Guadalajara, México; 9 de septiembre de 2008.
Web: www.myspace.com/cutcopy

Cortar. Copiar. Y todos a bailar.

Pecaría de impreciso si dijera que el Teatro Estudio Cavaret se convirtió anoche en una pista de baile. En realidad, el foro parecía más un brincolín gigante, una cama elástica de concreto donde todos fuimos felices saltando al compás de Cut Copy.

De Melbourne para Guadalajara, el intercambio resultó más que provechoso. Dan, Tim y Mitchell prácticamente se adueñaron del escenario desde que subieron a él. Entre temas del "In ghost colours" y selecciones del "Bright like neon lights", se echaron al respetable a la bolsa e hicieron patente su buena reputación en directo.
¿Cómo resumir esta experiencia pop, cómo ponerla en palabras para compartirla con los ausentes y rememorarla con los presentes? Tal vez así: momentos estupendos (la imponente Lights and music, el cierre con Far away, la dedicatoria de Unforgettable season para Stevie Nicks), el inagotable ánimo de los asistentes, la entrega y el sudor de la banda, puros ingredientes que nos harán acordarnos de esta tocada durante un buen rato, en la que fuimos recortados y copiados a punta de ritmo.

Cut Copy. 9 de septiembre de 2008. Teatro Estudio Cavaret (Guadalajara, México). 2,000 personas.
Foto: NOISELAB

Arráncala, pero de raiz. Una súper producción, pero a la mexicana.

Que si es la película mexicana más cara de la historia, que si representó un largo periplo en la carrera de Roberto Sneider como cineasta, que si se terminó de editar justo a tiempo. Muchas cosas han dicho los medios sobre Arráncame la vida, pero solamente una es importante: la película funciona.
La hábil y mesurada dirección de Sneider, el impresionante trabajo de recreación de dos décadas (1930 y 1940) por parte del equipo de arte, la lujosa fotografía, el carismático reparto... todo parece obrar a favor de este melodrama de época mexicano que se comporta precisamente como eso: como un melodrama. Sneider no trata de pasarse de listo como suele pasar con otros realizadores nacionales: ni se mete en las telarañas del aleccionamiento político, ni trata de dotar a la cinta de una falsa corrosión. Su película es un divertimento sobre la condición femenina en una época de testosterona y política (cualquier parecido con la realidad actual es mera coincidencia).
Si alguien todavía dudaba que en México podía realizarse una película comercial con todas la de la ley, con los valores de producción de un 'blockbuster' internacional y masivo, la prueba está aquí. Pasa poco, pero sí pasa.
Ahora el público (el que no tiene poses, el que paga su boleto para entretenerse y comer palomitas) finalmente volverá a ver cómo el dinero pagado por su boleto cobra valor minuto a minuto en una película mexicana y sobre México muy bien hechecita. •••••

Arráncame la vida De Roberto Sneider. Con Ana Claudia Talancón, Daniel Giménez Cacho y José María de Tavira. México. 2008.
Foto: FOX

Ser ñoño en sueco no es como ser ñoño en cualquier otro idioma. Un vistazo más y me olvido de todo.

No soy un fan de ABBA pero reconozco la universalidad de su música. El cuarteto sueco supo hacer lo que pocos han sabido en la historia del pop: diseñar un sonido accesible, bonito y pulcro que precisamente por eso tiene tantos detractores como admiradores declarados.
Como película, Mamma Mia! está lejos de ser perfecta. De hecho, es defectuosa: tiene una fotografía mal resuelta, un notable 'miscasting' en la figura de Pierce Brosnan (que ni canta, ni actúa ni transmite absolutamente nada), demasiadas obviedades genéricas. Sin embargo, las cosas simples que obran a favor de la película son imbatibles, poderosas: un cancionero pop que no conoce fracturas (tal vez interpretativas por parte del reparto, pero no constitutivas ni nostálgicas), una historia de simpleza ofensiva colocada en la película correcta, una Meryl Streep bordada para sus más fieles seguidores y el intoxicante engaño de que el amor triunfa ante todo.
¿Vale la pena verla? Fans de ABBA, sí. Amantes del musical que inspiró la película, sí. Melómanos pop, sí. Alérgicos al género musical e intolerantes a la fructosa, no: podría matarlos con sus estallidos de música, miel y color. •••••

Mamma Mia! De Phyllida Lloyd. Con Meryl Streep, Pierce Brosnan, Stellan Skarsgard, Colin Firth y Julie Walters. Estados Unidos/Reino Unido/Alemania. 2008.
Foto: UNIVERSAL PICTURES

23 segundos... y todos a morir.

Fue bueno, muy bueno. El recital ofrecido por los Blonde Redhead en Guadalajara se ajustó a las exigencias del respetable tapatío: el concierto giró en torno a su álbum "23", la banda extendió su participación a casi dos horas, con dos encores, la triunfal aparición de Silently a manera de epílogo, firma de autógrafos improvisada al cierre del evento y una entrega tan notable por parte del público que logró que la banda superara el terrible bache de los problemas técnicos.
Canción tras canción, el trío integrado por la magnética Kazu Makino y los gallardos hermanos Pace dieron fe del pop entresoñado que la banda ha hecho patente en estudio, pero con incrementos estratégicos de estridencia que por momentos los mostraron como rebeldillos del rock subterráneo dispuestos a pasar por hadas tóxicas.
Un raspón también es una caricia.

Blonde Redhead. 22 de agosto de 2008. Teatro Estudio Cavaret (Guadalajara, MX). 900 personas.
FOTO: 4AD